(Copia de) Atlas de Histología de Luna
Vasculares
Los tejidos vasculares tienen la función de conducir el agua además de otras sustancias tanto inorgánicas como orgánicas. Este tipo de tejido es fundamental para el crecimiento de la planta debido a que actúan de esqueleto y sostienen la parte aérea de la planta. Así mismo, también proporcionan consistencia a su parte subterránea.
Este tipo de tejido incluye dos tejidos conocidos como xilema y floema.
Xilema
El xilema es el tejido encargado de transportar y repartir el agua y las sales minerales por la planta. Una de las sustancias que el xilema se encarga de transportar es la savia elaborada. Dentro de este tejido, encontramos cuatro tipos celulares distintos de los cuales los principales y más imprescindibles son las células traqueidas y las tráqueas. Además de estas, encontramos las células parenquimáticas, que se encargan del almacenamiento y la comunicación y, finalmente, las fibras esclerénquima y esclereídas, responsables del sostén de la planta. Las células traqueales ( tráqueas y traquiedas) están constituidas por células muertas. Para finalizar, mencionar que el xilema está formado también por vasos leñosos.
Floema
El floema, también conocido como líber, a diferencia del xilema, es un tejido compuesto por células vivas. Su trabajo es transportar por toda la planta las sustancias carbonatadas resultantes de la fotosíntesis. Este tejido, está formado por dos tipos principales de células: las células cribosas y los vasos cribosos, siendo los conductores y las células parenquimáticas y células acompañantes, que no son conductores. Las células cribosas están compuestas por una pared primaria engrosada y carecen de núcleo. Al contrario, las células acompañantes tienen un núcleo muy grande y un citoplasma que carece de almidón. Estas plantas, al estar en reposo durante invierno, se crea un tapón en las placas cribosas que hace imposible la circulación entre las células y los vasos cribosos.