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(Copia de) Atlas de Histología de Luna

Secretores

Las células secretoras se forman en la diferenciación de células como las de la epidermis o las del tejido parenquimático. Las estructuras que se encargan de la secreción tienen una localización muy variada además de una composición muy diversa. Se dividen en dos grupos de estructuras, las localizadas en la parte externa de la planta y las localizadas en la parte interna de esta misma.

Secretor (Public Domain)

En las estructuras de secreción externas encontramos los hidatodos, los nectarios y los tricomas.

Hidatodos

Los hidatodos son modificaciones de la hoja que se encuentran e los bordes de la hoja. Están formados por traqueidas terminales, por un epitema, una vaina que perdura con la epidermis y finalmente, por un poro acuoso. Su función es descargar agua y algunas sustancias que están disueltas en el interior de la hoja. Este proceso que lleva a cabo esta estructura es denominado gutación.

Hidatodos (Public Domain)

Nectarios

Como he mencionado antes, también encontramos los nectarios, estructuras complejas o simples dependiendo de las superficies glandulares. Su función es producir azúcar a partir de sustancias aportadas por el floema. Los podemos encontrar generalmente en las flores.

Nectario (Public Domain)

Tricomas

Finalmente, tenemos los tricomas glandulares, estructuras multicelulares (rara vez unicelulares) constituidas por un tallo. Tienen distintas funciones como por ejemplo sintetizar sus productos de secreción, algunas realizan la fotosíntesis, la más común es secretar sustancias que liberan al medio. Los tricomas se pueden dividir dependiendo de las sustancias que secreten.

Tricomas (Public Domain)

Además de las estructuras externas, tenemos las internas. En las estructuras internas se distinguen tres tipos: las células secretoras, las cavidades y conductores secretores y para finalizar, los lactíferos.
Las células aisladas también pueden ser denominadas idoblastos. Estas células, pueden contener una mezcla de sustancias en su interior o, contener algo que no es fácil de identificar y por lo tanto no se sabría la composición. Su forma puede ser variada, desde isodiamétrica, hasta alargada o ramificada. Tiene función taxonómica debido a su valor diagnóstico

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