Trastorno bipolar

Tratamiento

Como bien hemos mencionado, los síntomas dependen del episodio que padezca (maníaco, depresivo, mixto) y la condición personal del paciente. Al tener síntomas distintos, el tratamiento que se lleva a cabo también lo es. No obstante, también se dan casos de pacientes que padecen los mismos síntomas pero su manera de desarrollar la enfermedad es diferente, por lo tanto, el tratamiento también lo es. Es por esto que no hay que confundir el hecho de tener la misma patología con llevar a cabo el mismo tratamiento. 

El pilar fundamental del tratamiento es la medicación cuya finalidad es alcanzar la estabilidad. Es importante que se vaya variando la medicación hasta encontrar el que tenga un efecto más positivo. 

Dentro de los medicamentos, el más eficaz son las sales de litio. Lo que consigue es estabilizar las subidas y de bajadas del estado de ánimo. Además, puede combatir los episodios maníacos y depresivos. Un efecto añadido que tiene este medicamento es que reduce el riesgo de suicido. Por desgracia, posee efectos secundarios leves (temblores, diarrea o aumento del volumen de orina), como cualquier otro fármaco.

Sales de litio (Public Domain)

También, dentro de los medicamentos recomendados, tenemos el valproico, la carbamazepina y la lamotrigina, que actúan como estabilizadores de ánimo. Algunos tienen efectos secundarios que pueden afectar a la sangre y es por ello que se requiere hacer algún control sanguíneo de vez en cuando.

Además, se utilizan antidepresivos y antipsicóticos, utilizados sobre todo para los episodios depresivos aportando  prevención ante las recaídas.

Otro tratamiento eficaz es la psicoterapia ya que ayuda a darse cuenta y cambiar ciertas emociones, maneras de actuar, pensamientos que pueden resultar preocupantes. En esta terapia se adquieren habilidades y estrategias para combatir el trastorno.

Este método se utiliza para mejorar pero nunca puede sustituir al tratamiento farmacológico por lo tanto, es un tratamiento extra.

Si al paciente le resulta difícil combatir este trastorno puede acudir a otras opciones como la terapia electro convulsiva, hacer ejercicios aeróbicos, o llevar a cabo un gráfico vital anotando las variaciones de las emociones.